- Frank Scoblete es un importante jugador de casino y además escritor de numerosos libros, tratados sobre juego y colaborador en la edición del blog de 888 Casino en Estados Unidos.
- En una reciente entrevista, Frank comenta qué haría en él si viviese situaciones insólitas dentro de un casino.
- A través de sus respuestas, Frank Scoblete nos da pistas de qué trucos y comportamientos tiene un jugador experto a la hora de enfrentarse a diferentes juegos de casino.
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Pero para preguntas extrañas, las que tuvo que responder nuestro compañero del blog americano de 888 Frank Scoblete en una reciente entrevista. Frank, no sólo es un experto jugando bien al blackjack o girando la rueda de la ruleta, también es un jugador de video poker profesional y escritor de numerosos libros sobre juegos de casino.
Hace apenas unas semanas, atendió a una entrevista donde le planteaban situaciones inverosímiles que podían ocurrir en un casino.
Os dejamos con la entrevista a Frank, que esperemos que disfrutéis tanto como nosotros.
Una racha interminable
Entrevistador: Imagínate Frank que has tenido el mejor día de tu vida en el casino. Empezaste jugando a craps y estás encadenando una racha positiva tras otra. Además, parece que la leyenda urbana de los gafes a sueldo en los casinos no te afecta y, encima, estás contagiando al resto de jugadores que está en la mesa.
Te has cansado de ganar tantas veces que decides probar suerte en la ruleta, solo para relajarte. De hecho, juegas tan relajado que tus trucos para la ruleta americana surgen efecto.
Comienzas con apuestas sencillas de ruleta, al rojo o al negro. Como no decidiste apostar al 0 en la ruleta, cuando la bolita cae en la casilla verde, pierdes, pero solo la mitad de lo apostado en ese momento.
Como sabes que apostando al rojo o al negro estás superando la ventaja del casino en aproximadamente 3 a 1, te decides por hacer apuestas más altas, (algo comprensible, porque ese día llevas el viento a favor)
Normalmente sueles usar la estrategia Martingala, pero aquel día te decides a jugar con otra un poco más sofisticada, una estrategia de tipo Paroli uno, dos y tres.
(NOTA: La palabra “Paroli” viene de "parley" que significa "aumentar las apuestas" y técnicamente implica aumentar las apuestas en una secuencia de uno, dos y tres, antes de volver a la apuesta inicial)
Entrevistador: Tu estrategia tiene tanto éxito que te vas de la mesa de la ruleta entre aplausos y siendo felicitado por el crupier. ¿Qué hacer ahora? Pues probar con más juegos.
Esa noche continúas jugando a blackjack, luego Pai Gow Poker, también al baccarat y sigues en buena racha. En ese momento, recibes una llamada de tu esposa que te dice: “acuérdate que tenemos reservada una cena gourmet y después vamos al teatro para ver un espectáculo. ¡Qué ganas tengo de ver actuar a mi cantante favorito! ¡Vamos a pasar una noche maravillosa!”
Y ahora, después de esta historia, viene la pregunta: ¿te vas a cenar con tu esposa o continúas jugando? sabiendo que esa noche estás tocado por la diosa fortuna…
Frank: Guau… Ojalá hubiera tenido un día así en la vida real. He tenido días buenos y malos, pero es raro que me veas jugando a tantos juegos de casino en una misma jornada. Normalmente no paso tanto tiempo jugando a varios juegos a la vez y suelo concentrarme solo en uno o dos. Concentrarte en tantos juegos en un mismo día es realmente complicado.
Pero vale, ¿quieres saber lo que haría en una situación así? Pues más o menos esto:
En cuanto colgase el teléfono iría al baño para refrescarme un poco y, después, iría directamente al restaurante del casino para encontrarme con mi esposa. Una vez cenados y con la barriga llena de felicidad, acudiremos al espectáculo y, un par de horas después subiría a la habitación, (que seguro que es una suite), para dormir como un bebé.
Y te preguntarás, Frank, ¿si sabías que estabas en racha por qué no seguiste jugando?
Pues muy sencillo. Por una simple cuestión matemática. Y es que ningún juego me ofrece garantías de victoria. La ventaja, al final, siempre favorece al casino. Por mucha suerte que haya tenido esa noche, no puedo confiar en que esta continúe. Lo dicho, no hay ninguna garantía. Las matemáticas, las malditas matemáticas, favorecen a la larga al casino. Casi siempre lo hacen.
¿Seguirá mi buena racha? Pues no tengo ni idea, pero las posibilidades de que continúe ganando son bastante bajas. ¿Realmente quiero arriesgarme a que la racha se termine, aunque sea un día especial? ¿Puedo estar seguro de no encontrarme en una mesa con otro jugador con una mejor racha jugando a los dados? Eso sería tentar mucho a la suerte, aunque reconozco que en el blackjack puede pasar cualquier cosa.
Mira, la industria se sostiene porque los jugadores nunca son más listos que el casino. Así que, en este caso, habré ganado un montón, estaré muy contento y disfrutaré del resto de la noche con mi mujer, que ella sí que es una diosa de la fortuna.
El casino seguirá estando ahí al día siguiente, y podré continuar mi visita a Las Vegas porque hay un montón de opciones disponibles. Ya volveré mañana para comprobar si la magia continúa.
Mira, nunca tengo prisa por quedarme o retirarme de los juegos. Me da igual que la racha sea positiva o negativa. Como profesional, mis resultados se verán a largo plazo, por lo que intento no darles importancia a los estados de euforia o negatividad. Juego tanto, que un día con más o menos suerte, no me importa ni lo más mínimo.
El anciano y su técnica para jugar a los dados
Entrevistador: Vamos con otra situación. Imagínate que estás de nuevo jugando a craps y, a tu lado, hay un anciano observándote. En un momento dado, le pides que lance los dados por ti y, el anciano, no sólo los lanza y gana, sino que empieza a tener una racha impresionante, tanto, que ganas bastantes partidas con sus tiradas.
Como mínimo quieres agradecérselo, ¿qué haces? ¿Haces una apuesta por él?
Por otro lado, observando su técnica de lanzamiento, ves que el anciano coloca suavemente los dados en su mano y los lanza con mucho cuidado, ¿puede estar manipulándolos y haciendo trampas en el casino?
Contéstame, Frank, ¿cómo recompensarías a este hombre por haberte hecho ganar unas cuantas fichas en la mesa de dados?
Frank: A ver… A ver… lo de las trampas… No sé yo. Muchos jugadores se colocan los dados en la mano de manera especial de tal forma que parecen tener una técnica secreta, pero te aseguro que muy pocos son James Bond en Casino Royale.
Si este hombre lanza los dados de una manera que parece especial, es muy probable que lo esté haciendo sin darse cuenta, lanzando rítmicamente en un corto espacio de tiempo. De verdad, es muy difícil saber si un jugador manipula los dados viéndolo jugar por primera vez, tendría que haberle visto jugar muchas más partidas.
Pero venga, te compro que es capaz de controlar los dados. Entonces, ¿cuáles serían sus apuestas? ¿Son apuestas muy elaboradas que sólo puede ganar alguien que controle los dados o son las típicas apuestas de un jugador promedio de craps?
La mayoría de las apuestas que he visto en otros jugadores no son lineales y pasan de excelentes a terribles en la misma jornada. He visto a un solo jugador hacer una apuesta en la línea de pase y un par de “hardways”, lo cual es una atrocidad. También apuestas del tipo apostar a que sale el 5, o el 9 o, el 4 y el 10…
No te dejes confundir por gente que se autodenomina controlador de dados o que presuma de ser mejor que Los Pelayos en la ruleta. Que no, que no pueden con apuestas que dan a priori ventaja a la casa. Hombre, pueden ganar una apuesta con margen alto, pero ya te digo que es pura suerte.
Frank: Mira, cuando empecé a jugar a craps en Atlantic City allá por 1990, los jugadores dejaban que otros tiraran los dados por ellos y, si ganaban, les daban una propina. Era la moda entonces y todavía ocurre, pero con menos frecuencia. Recuerdo que esta costumbre era muy habitual entre jugadores que presumían de ser veteranos de la Segunda Guerra Mundial, así que imagínate cuánto tiempo ha pasado desde aquello.
Pero volvamos a nuestro anciano favorito. Si creyera que, efectivamente, tiene una técnica especial para ganar a los dados, no haría una apuesta por él, porque eso podría distraerlo de lo que estaba haciendo hasta ahora, que es hacerme ganar a mí. Así que dejaría que el anciano siguiera jugando hasta que sacara un 7, (que, por estadística, podría ser dentro de 10 años) Una vez que consiguiera ese 7, lo felicitaría y le daría una ficha para agradecérselo, nada más.
Cuando un jugador parece lanzar los dados con una forma rítmica y calculada, siempre hay otros jugadores que intentan distraerlo o le dan palmadas en la espalda, y eso no me gusta nada. Tampoco me gusta que el jugador en racha se pida una bebida y pierda la concentración.
Así que este sería mi consejo: si le doy la oportunidad a alguien de que tire por mí los dados y este tiene una buena racha, lo que hago es dejarlo en paz. Ya le daré su propina cuando termine la partida.
El dilema de un contador de cartas
Entrevistador: Una situación diferente. Estás jugando al blackjack en una mesa donde se encuentra alguien que ha aprendido a contar cartas. Este jugador ha estado apostando una cantidad por mano y, en este momento, decide duplicar su apuesta en las dos próximas manos. Cuando esto ocurre, tanto el crupier de blackjack como el resto de los jugadores de la mesa deducen que el contador sabe que las cartas de restantes favorecen a otros jugadores. El resto de los jugadores de la partida parece no haberse darse cuenta, están muy concentrados en sus cartas y las siguientes apuestas de blackjack que tienen planeadas.
Entonces, el responsable de la mesa decide devolver las apuestas del contador y con el decoro que le han enseñado en la academia de crupier, le informa al contador que su comportamiento va en contra de las reglas de ese casino. El contador de cartas, al verse pillado, se levanta de la mesa y se retira.
Sin embargo, en esta ocasión, el crupier se despista, no mezcla las cartas restantes y el juego continúa. ¿Qué haría Frank entonces?
Frank: Me encantaría continuar el juego y apostar a lo grande, claro, pero esto es una situación hipotética y no sé si tendría la suficiente sangre fría para hacerlo. Sin embargo, es probable que mi siguiente apuesta sea el doble de la anterior. De hecho, mantendría la apuesta alta hasta acabar con todos los naipes dentro del barajador de cartas y cuando cambien de barajador, volvería a mi apuesta inicial, la más baja. O tal vez, me iría de la partida y buscaría otra mesa de blackjack. La verdad es que no sabría decirte.
No quiero llamar la atención ni destacar más otro jugador de la mesa. Simplemente, jugaría la mano como lo haría un jugador normal, utilizando una estrategia básica. Ya sé lo que me vas a preguntar, ¿y si me topo con otro conteo alto más adelante? Pues, no lo sé.
Contar cartas no es ilegal, pero no está bien visto y, cuando eres profesional, debes seguir las reglas del casino. Normalmente, cuando te cazan contando o bien te invitan a abandonar el casino o te sugieren que te vayas a jugar a una tragaperras 3D y te alejes del blackjack.
Tengo que reconocer que es una buena pregunta porque me haces dudar en mi respuesta. Es posible que en este caso opte por no hacer nada especial aun sabiendo que me sonríe la suerte en el blackjack.
Frank lo gana todo
Entrevistador: Y ahora el gran final. Imagínate que es un día glorioso. ¿Estás preparado?
Frank: Miedo me das…
Entrevistador: metes una moneda en una máquina tragaperras megaways o una slot progresiva que, en ese momento, tiene un jackpot con un premio de 7 cifras y… ¡Sale la combinación! ¡Acabas de hacerte millonario!
Has ganado el premio más grande, bueno… ¿y ahora qué, Frank? Muy pocos jugadores lo han conseguido y ahora tú eres uno de ellos.
Frank: Me parece raro que alguna vez dé la campanada con el premio más grande, me da igual que sea a una tragaperras o ganando la lotería como Stefan Mandel con su método matemático. Sería algo inusual en mi vida por dos razones, la primera es que procuro evitar las slots progresivas y, la segunda, es que solo juego a la lotería cuando el premio tiene un bote increíblemente alto.
Pero por ser tú, vamos a fantasear un poco, aunque ya te digo que no suelo imaginarme estas situaciones:
Sé que tendría que pasar por el casino para que me hagan un cheque y se encarguen de toda la documentación y formularios fiscales para el tema de los impuestos. Así que, cuando termine…
(Nota: Casi todos los casinos de Las Vegas tienen una regla no escrita para revelar el nombre de los grandes ganadores. Es más, suelen poner carteles grandes anunciando que tal jugador ha conseguido un premio millonario. En el momento que juegas a una tragaperras con dinero real, aunque desconozcas esta condición, has aceptado que hagan público tu nombre en caso de ganar un gran premio)
Frank: … haría un gran anuncio. Pon atención… Les diría a todos los presentes:
“Tengo un anuncio muy importante que haceros. ¿Estáis listos? Pues ahí va…
No pienso regalar nada de lo que acabo de ganar. Si alguno de los presentes ha venido para intentar que invierta en su empresa o un proyecto empresarial, mi respuesta será NO.
Cualquier persona que me llame o se ponga en contacto conmigo pidiendo dinero para cualquier cosa no obtendrá nada. Eso incluye a mis familiares, que sé que estáis aquí presentes. De hecho, este es un mensaje especialmente dirigido a mi cuñado.
Cualquier persona de un banco o un fondo de inversión que se ponga en contacto conmigo recibirá la misma respuesta, N-O. Tampoco instituciones o universidades, NO es NO.
Si quieres venderme algo, adivina qué, la respuesta será NO.
Si alguien quiere hacerme alguna pregunta de por qué tomo esta decisión, la respuesta también será NO.
Y por supuesto, mi esposa también dirá NO a cualquier cosa. Os aseguro que está muy acostumbrada a decirme que NO a todo”
Aviso: Todos los consejos dados en este artículo tienen un carácter meramente informativo basado en bibliografía sobre juegos de azar. Sin embargo, ninguno de estos consejos garantiza ni es un elemento determinante para el éxito en la actividad del juego analizado. En nuestro blog tratamos temáticas relacionadas con el mundo de los juegos y los contenidos son informativos y no significa que tengamos disponible el juego, producto, utensilio, accesorio, etcétera…del que habla el artículo.