Cuando estás en el casino, solo hay una forma segura de ganar siempre que juegas y esa forma es haciendo trampas. Y Dustin Marks es posiblemente el estafador de mayor éxito de la historia de los juegos de casino. Aunque Marks estuvo poco más de cuatro años haciendo trampas, él y sus cómplices lograron hacerse con decenas de millones de dólares durante este periodo de tiempo. Llevaba a cabo sus planes a diario y sus ganancias ascendían a los 150.000 $ por noche. Este intervalo de cuatro años tuvo lugar hace 25 años aproximadamente durante una época de codicia conocido como los años ochenta. Gordon Gecko estaría muy orgulloso.
Si existen unos criterios para determinar que un estafador se encuentra entre los mejores a nivel mundial, son los siguientes: obtener grandes ganancias durante un periodo prolongado de tiempo y no ser pillado. Dustin Marks triunfó en ambos casos. Marks, tras un enorme éxito financiero, decidió colgar las botas y darse a la buena vida. La mayoría de personas que trabajaron con él no dudan en afirmar que fue el mejor estafando casinos. ¿Cómo lo hacía?
Dustin empezó del mismo modo que empieza la mayoría de las personas que hacen trampas en los casinos: con magia. Los dos pilares sobre los que se asienta la magia son la manipulación de las cartas y la distracción. Dos componentes clave del arsenal de trampas de los casinos. Marks, quien estuvo desde pequeño en contacto con la magia, se trasladó a Las Vegas poco después de graduarse en la universidad con el deseo de convertirse en un gran mago. Pero como suele pasar, se le presentó una nueva y lucrativa oportunidad...
Cuando la gente piensa en hacer trampas en un casino, se imaginan a un jugador haciendo trampas. Esta idea es errónea. A menudo es necesario contar con un infiltrado. En este caso, el infiltrado es el crupier, o como se diría en el mundo de las estafas: un crossroader. Dustin Marks era esa persona. Se trata de una persona muy habilidosa en los juegos de casino, especialmente en el Blackjack. Para la mayoría de estafas de éxito es necesario contar con al menos dos personas: el crupier y el jugador. Dustin ha publicado muchos de sus secretos profesionales, la mayoría de los cuales ya no se pueden aplicar, en la versión actualizada y relanzada de su libro “Cheating at Blackjack”. Mencionaré brevemente algunos temas de este libro, pero se trata de una obra que bien merece la pena leer al completo.
En el 21.er Blackjack Ball de Max Rubin que se celebró a finales de enero de 2017, Dustin, un asistente más, realizó una demostración de sus técnicas. Leer sobre las técnicas permite conocer las bases de su funcionamiento. Pero verlas en directo, pone de manifiesto lo poderosas y valiosas que son.
Los métodos para hacer trampas de Dustin Marks son los siguientes:
- El apilamiento de cartas
- El cooler
- El apilamiento de fichas
- El descarte de cartas sin mostrarlas
APILAMIENTO DE CARTAS
El movimiento favorito de Dustin es el que requiere mayor habilidad. Es el método del apilamiento de cartas. En este caso, el crupier evalúa las cartas según se reparten al jugador. Puesto que el protocolo del casino exige que las cartas se tomen y coloquen en el mazo de descarte en un orden específico, el crupier puede determinar cuál será el orden de reparto si las cartas del mazo se reparten sin barajarlas. El crupier está atento a que haya una mano fuerte que se repartirá al jugador. Un 20 o Blackjack está bien, pero doblar está aún mejor. Entonces, el crossroader finge que baraja e indica a su compañero que realice una gran apuesta. Este movimiento se suele realizar con juegos con una sola baraja y se puede realizar docenas de veces por hora con resultados fantásticos.
Este movimiento requiere cierta práctica, normalmente meses o incluso años para su perfeccionamiento. Para realizar este movimiento debes ser un experto en identificar el orden en el que se colocan las cartas en el mazo de descarte y el orden en el que las cartas se repartirán. Además, se debe perfeccionar la habilidad para fingir que se baraja y que nadie se percate. Marks solía practicar el método de barajar y apilar cartas durante horas mientras que se grababa a sí mismo. A veces realizaba el movimiento y otras veces no. Marks estimaba que estaba “preparado” para realizar el movimiento cuando no podía determinar si el movimiento se había realizado o no.
EL COOLER
El movimiento más rentable que puede llevar a cabo un estafador también conlleva riesgos. Recibe el nombre de cooler. Un cooler es un dispensador para seis barajas de cartas que se organizan previamente para darle al jugador la máxima ventaja. No es difícil encontrar dispensadores de cartas organizados previamente cuyo valor ascienda a los 100.000 $. Y más si las apuestas del representante son excepcionalmente elevadas. Marks indica que para realizar su movimiento son necesarias varias personas y mucha coordinación. Todo tiene que salir perfecto. Y me refiero a todo. Esto requiere mucha práctica; todo lo que no sea hacerlo perfecto puede suponer la cárcel para el equipo.
Los dos métodos anteriores se centraban en el crupier y en la colusión del jugador para obtener dinero del casino. Existen otros dos métodos que el jugador puede realizar solo o que pueden realizar dos jugadores de manera conjunta.
APILAMIENTO DE FICHAS
El primer método consiste en alterar la pila de fichas después de que el jugador sepa sus dos primeras cartas. Si el jugador cuenta con una mano fuerte, también se añade la apuesta; mientras que si por el contrario el jugador tiene una mano débil, el jugador retira fichas de la pila de apuesta. Los métodos descritos en el libro y mostrados en el Blackjack Ball se basan en la combinación del método de ocultar las fichas en la mano y el uso de las cartas para proteger de los ojos que todo lo ven. La práctica, al igual que en los métodos descritos anteriormente, es fundamental. Es igual de importante observarse a uno mismo desde los diferentes ángulos de una cámara, al igual que haría una cámara de vigilancia.
DESCARTE DE CARTAS SIN MOSTRARLAS
La última técnica consiste en descartar las cartas sin mostrarlas. En pocas palabras, descartar las cartas sin mostrarlas es la introducción o cambio de una carta para mejorar una mano. El descarte depende en gran parte del juego de manos y tiene su origen en el entrenamiento de los magos. Pueden lograrse de dos formas. La primera consiste en que el jugador retire de manera independiente una carta con un valor alto (como un as) y vuelva a introducirla más tarde para obtener el máximo beneficio. La segunda forma consiste en que dos jugadores intercambien cartas para que el jugador con la apuesta grande tenga una mano fuerte. El tiempo es fundamental para este tipo de movimientos y se deben llevar a cabo cuando el crupier esté con el piloto automático y la mesa esté algo distraída.
Esto sucede con más frecuencia de lo que imaginas. Piénsalo un segundo. La mayoría de los crupieres pasan seis horas al día repartiendo cartas y se aburren bastante trascurridos los primeros 20 minutos. Las tareas repetitivas resultan tediosas, especialmente cuando son tan sencillas como repartir cartas. Un trabajo aún más aburrido es el trabajo del supervisor. Básicamente, están en pie intentando parecer importantes. Pero las normas de la mesa de juego exigen que estén ahí. Si tienes dudas, prueba a ver la televisión durante una hora sin sonido. El aburrimiento manifiesto es el motivo por el que las rotaciones en los casinos son tan frecuentes. Lo más relevante para nuestra conversación es saber por qué los casinos son tan susceptibles de ser engañados.
Una parte importante de estas técnicas se centra en la distracción. Es necesario desviar la atención del personal del casino de la acción cuando se trata de realizar los movimientos de mayor riesgo. La distracción debe captar la atención del personal para que llegue a percibirla, pero no en exceso para que no sospeche de que sucede algo. Es como caminar en la cuerda floja, pero los beneficios pueden ser sustanciales si se alcanza esa tensión.
Dustin Marks puede que sea el estafador de casinos de mayor éxito en la historia de los juegos de casino. Puede que su época activa parezca breve en comparación con la duración de otras carreras, pero dadas las situaciones de máxima tensión que vive un estafador de casinos, en las que existe la posibilidad de acabar en la cárcel varios años, es como vivir varias vidas. Lo cierto es que Dustin Marks no solo estaba jugando con dinero, sino también con su libertad. Y la única manera en que podía asumir un riesgo de tal magnitud era tomando todas las precauciones posibles. Practicaba sin cesar y ponía a prueba una y otra vez sus habilidades. Era extremadamente crítico consigo mismo. Era necesaria una honestidad absoluta para garantizar que pudiera engañar al casino y escaparse con decenas de millones de dólares. Realizaba estas jugadas casi todos los días durante sus cuatro años en la industria del juego. Y sus acciones nunca hicieron sospechar a nadie. Si hubiera un paseo de la fama de estafadores, sin duda alguna él sería el primer integrante.
