A lo largo de la historia, el ser humano siempre ha estado obsesionado con las apuestas, ya sea en la palestra seleccionando al ganador de una batalla de gladiadores o apostando a quién sacará el número más alto tras lanzar los dados. Si retrocedemos miles de años en el tiempo, vemos cómo las transformaciones que ha experimentado la historia del casino han dado forma al tipo de casinos que conocemos hoy en día y a las preferencias de black jack y ruleta que jugamos en nuestros casinos modernos y online.
EL NACIMIENTO DEL CASINO
Los juegos de azar han sido siempre una constante en la historia donde socios de todas las épocas y edades disfrutaban de las apuestas. El primer juego de azar se registró en China en torno al 2300 a. C., donde se encontraron azulejos que hacían referencia a los juegos de azar que se desarrollaban en esa época. Asimismo, el dado en el antiguo Egipto data del 1500 d. C aproximadamente. Tratar de definir el periodo de tiempo exacto en el que se inventaron los juegos de azar es casi imposible, pero sí podemos conocer cuándo se fundó el primer casino oficial.
Pese a que los juegos de azar siempre han sido un pasatiempo bastante popular, nunca había existido un edificio oficial para disfrutar de ellos. Si bien es cierto que existían salones y gabinetes de juegos donde se reunían los jugadores, las autoridades no asignaron una ubicación oficial específica para el juego hasta 1638. El ayuntamiento local de Venecia ofició la apertura original del Casino di Venezia durante la temporada carnavalesca a fin de permitir sesiones de juego organizadas y pacíficas durante el acontecimiento. A día de hoy, el casino sigue en pie junto a uno de los canales más evocadores de la ciudad.
No fue hasta finales del siglo XVIII y comienzos del XIX cuando se acuñó oficialmente la palabra “casino”. En este momento, se inicia el boom de la construcción de casinos, especialmente en el continente europeo. Algunas ciudades alemanas, como Baden-Baden y Wiesbaden, junto con la glamurosa Montecarlo, comenzaron a construir extravagantes casinos que se adaptaban a los jugadores de élite de la época. ¡Muchos de ellos tenían más aspecto de palacio que de un simple edificio destinado a jugar a las cartas!
No obstante, el panorama al otro lado del charco era mucho menos extravagante. Los casinos empezaron a existir tras el nacimiento de la ciudad de Las Vegas (más adelante volveremos a hablar de ella). Hasta entonces, los juegos de azar se jugaban en las antiguas tabernas. Pero se puede decir que no eran exactamente los lugares más acogedores para jugadores novatos como nosotros.
EL BOOM DE LA CIUDAD DE LAS LUCES
Sería absurdo no hablar de la ciudad de Las Vegas al relatar la historia de los casinos, ¿verdad? Esta metrópolis levantada en medio del desierto atrae a miles de visitantes todos los años que viajan a Las Vegas para disfrutar de las infinitas atracciones que ofrece y competir para ganar dinero en el blackjack y en la ruleta online.
¿Y cómo consiguieron acaparar el protagonismo del panorama de casinos a nivel mundial las planicies arenosas de Nevada?
Todo comenzó en 1905. Un grupo de trabajadores ferroviarios construía la conexión entre Las Vegas y la costa del Pacífico, que pasaba por grandes ciudades como Los Ángeles y Salt Lake City. Los trabajadores necesitaban un refugio donde alojarse después de interminables jornadas laborales en la construcción y, por aquel entonces, antes de que pudieras acabar la frase “¿Te apetece que echemos una partida de cartas?”, el mal comportamiento ya se había expandido por la ciudad. Los juegos de azar, el alcohol y la prostitución eran las bases del vicio en Las Vegas. Aunque no por mucho tiempo, ya que las autoridades estatales no tardaron en desmantelar estos actos de libertinaje. ...
Entre 1910 y 1931, participar en juegos de azar era ilegal en el estado de Nevada. Sin embargo, en una época de bares clandestinos y prohibiciones, no había quién parase a estos fervientes jugadores. En cualquier parte podías encontrar una mesa de juego, desde sótanos a cocinas de restaurantes, para que los jugadores pudieran despejar su mente tras un largo día de trabajo.
La popularidad de estos casinos fue creciendo tanto que, cuando el estado volvió a legalizar los juegos de azar una vez más, Las Vegas ya se había convertido en el oscuro punto débil de los juegos de casino organizados e incluso del crimen.
Aunque el Golden Gate fue el primer casino legítimo que se construyó en la ciudad, fue en 1941 cuando se construyó el primer complejo turístico de ocio en la ciudad: El Rancho Vegas. Nunca antes se había visto algo así: piscinas, instalaciones para practicar equitación y, cómo no, juegos de casino. El primer casino del Strip de Las Vegas contaba con dos mesas de blackjack, una mesa para jugar a Craps (dados), una ruleta y alrededor de 70 máquinas tragamonedas, convirtiéndose en la mecha que dio inicio al boom de la ciudad del pecado y los juegos.
EL PARAÍSO DE LA MAFIA
La ciudad de Las Vegas comenzó a florecer tras la Segunda Guerra Mundial. Este resurgir atrajo la atención de los grupos de hombres más mezquinos de los Estados Unidos: la mafia. Se rumorea que hasta el famoso Al Capone consideró esta ciudad para construir su propio complejo turístico con casino. Sin embargo, sus planes nunca se materializaron. Las Vegas era una ciudad “libre” de mafiosos hasta que el conocidísimo Bugsy Siegel quiso meter mano.
En 1946 fundó Flamingo, un complejo turístico inspirado en el oropel y glamur de Hollywood. Siegel contaba con el respaldo del dinero procedente de la droga de Meyer Lansky, un famoso gánster de la Costa Este que dio el visto bueno a la creación de un hotel y un casino mucho más elegante que El Rancho. Pero todo el mundo sabe que, al más puro estilo de la mafia, cuando algo sale mal, alguien debe pagar las consecuencias. Y eso es lo que le ocurrió a Siegel. Los jefes de la mafia le obligaron a adelantar la apertura del Flamingo; este se vio obligado a abaratar la construcción y a robar dinero de los cabecillas del sindicato controlado por la mafia para cumplir los plazos. Además, cuando el complejo turístico pasaba por malas épocas, no solo rodaban los dados en las mesas de juegos, sino también la cabeza de Siegel. La mafia mandaba en la ciudad y tomaba las decisiones que, según ellos, eran “mejores para el negocio”.
Tras su asesinato en 1947, el legado de Siegel siguió vivo en Las Vegas. Con el dinero de los mafiosos se contribuyó a la construcción de la ciudad de Las Vegas, convirtiéndola en la capital mundial de los casinos. Se edificaron icónicos hoteles como el Sands, el New Frontier o el Sahara justo después de su fallecimiento. En la década de los 50, el Outfit de Chicago llegó a la ciudad y, con la ayuda de las familias de la mafia de la ciudad de Nueva York, se hicieron con el poder de la ciudad convirtiéndola en un refugio para gánsteres. Familias procedentes de todos los rincones de los Estados Unidos firmaban acuerdos sobre las acciones que cada una de ellas tendría en sus casinos. Resultaba complicado saber quién era el propietario y de qué propiedad. Pero, de cualquier forma, la mafia estaba metida en todo: nada escapaba a su control.
La mafia también facilitó que grandes estrellas como Frank Sinatra y Elvis Presley visitaran los casinos. Alrededor de 1954, ocho millones de turistas visitaban Las Vegas cada año para poder tomar asiento en las mesas de poker y blackjack.
DE LA ESTAFA AL COMERCIALISMO
Sin embargo, al poco tiempo, el control que la mafia tenía sobre la ciudad empezó a disminuir y comenzaron a surgir los megacasinos. En 1966, el polifacético Howard Hughes se hospedó en el Desert Inn y adoptó un enfoque algo extraño al salir del hotel. En vez de entregar las llaves de su habitación, decidió comprar el hotel. Y su historia no acaba aquí: Hughes se gastó 300 millones de dólares en la adquisición de varios hoteles imponentes del Strip con el objetivo de darles una nueva imagen y elevarlos a un nuevo nivel. Los tiempos habían cambiado: el comercialismo corporativo había usurpado el control de la ciudad a los amenazantes mafiosos.
Desde que Hughes compartiera sus grandes ideas, los humildes casinos sufrieron cambios estratosféricos. El primer gran complejo turístico se inauguró en 1989 en el Mirage Hotel y Casino, propiedad de Steve Wynn. A partir de entonces, los casinos de la vieja escuela empezaron a desaparecer. A su vez, fueron sustituidos por obras de artes de la arquitectura inspiradas en los canales de Venecia y el centro neurálgico de la antigua Roma que atraían a más de 40 millones de jugadores al año deseosos de jugar sus manos al blackjack y girar la ruleta.
¿CÓMO SURGEN LOS JUEGOS?
Ahora que sabemos un poco más sobre los orígenes de los casinos, ¿cuáles eran los juegos más populares?
Los orígenes del blackjack siguen siendo desconocidos. Existen varias teorías que giran en torno a su nacimiento. Algunas de ellas sostienen que procede de los casinos de Francia de 1700 en los que se jugaba a un juego llamado Vingt-et-Un (21 en español). Sin embargo, varios historiadores de los casinos creen que las raíces del blackjack están en España. Los jugadores españoles jugaban al Treinta y uno, una versión del blackjack con tres cartas en la que debían alcanzar 31 puntos o acercarse lo máximo posible. Hay quien piensa que este juego está inspirado en el juego francés Vingt-et-Un.
Pero la historia el blackjack podría remontarse aún más lejos. Los romanos eran conocidos por realizar pequeñas apuestas, tanto en las batallas de los gladiadores como en un sencillo juego con bloques de números. En una versión bastante simplificada del blackjack, se repartían bloques de madera con números a los jugadores y estos apostaban a que su combinación era la del valor más alto. A día de hoy, siguen existiendo dudas en torno al origen de los juegos, por lo que probablemente sea mejor disfrutar de ellos por lo que son y no por lo que fueron.
¿Quién habría pensado que un juego tan sencillo podría haber tenido una historia tan apasionante?
UN GIRO DE SUERTE
Curiosamente, la idea original de lo que hoy llamamos ruleta no tiene ningún tipo de fin ocioso ni de juego de azar. Muy al contrario, fue un intento fallido de crear una máquina de movimiento continuo. Blaise Pascal, físico y matemático francés, quiso inventar una máquina que girara continuamente sin necesidad de aplicar energía (una idea totalmente contraria a las leyes de la física y prácticamente imposible). Evidentemente, la genial idea que Pascal compartió con el mundo en 1665 no tuvo demasiado éxito. Sin embargo, su invención supuso el nacimiento de la ruleta, un clásico del casino.
Pese a que contaba con los aspectos fundamentales, no fue hasta 1842 cuando el cero apareció por primera vez en la ruleta. Esta nueva incorporación, diseñada por Francois y Lois Blanc, respondía a las órdenes del magnífico rey Carlos III de Mónaco. Su ingenioso plan consistía en aumentar las probabilidades de que ganara la casa frente a los pagos a los jugadores. Cuando su reinado se vio envuelto en una grave crisis económica, implementó este nuevo plan para estimular los fondos de una manera rápida. Cuando las ruletas con cero llegaron a Francia, las autoridades a cargo del país habían ilegalizado los juegos de azar. Como consecuencia, los casinos de Carlos III se inundaron de gente convirtiéndolo, una vez más, en un hombre realmente rico.
Desde sus humildes orígenes hasta las enormes fortunas que se ganan en Las Vegas, se puede afirmar que el desarrollo de los juegos de casino no ha sido un camino de rosas.
