Juegos tradicionales de Francia

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Aviso: Todos los consejos dados en este artículo tienen un carácter meramente informativo basado en bibliografía sobre juegos de azar. Sin embargo ninguno de estos consejos garantiza ni es un elemento determinante para el éxito en la actividad del juego analizado. En nuestro blog tratamos temáticas relacionadas con el mundo de los juegos y los contenidos son informativos y no significa que tengamos disponible el juego, producto, utensilio, accesorio, etcétera…del que habla el artículo.

• Francia es conocida por ser uno de los países con mayor influencia histórica y artística de Europa. Parte de ese legado cultural lo encontramos en sus costumbres, tradiciones y juegos populares.  
• Analizamos los bolos franceses y la petanca, nacida en el sur de Francia y con gran repercusión en países como España. 
• La baraja francesa y los juegos surgidos a partir de ella mantienen su vigencia dentro y fuera del país galo: el Vingt-et-un (el 21), Chemin de Fer y La Bataille. 

Listado de contenido:

• Petánque 
• Quilles o bolos franceses
• La baraja francesa y sus orígenes
• Juegos populares de la baraja francesa

Francia es uno de los países de Europa con mayor influencia a nivel económico, cultural y social del viejo continente. Que es un país cuya Historia ha sido crucial para el devenir del mundo occidental es bien sabido, pero en este artículo queremos detenernos en la enorme impronta que también han dejado sus costumbres y tradiciones. Desde la petanca, un juego muy extendido por el sur de Europa y que nace en el país galo, pasando por los bolos o la enorme influencia de la baraja francesa en los numerosos juegos de cartas que se juegan hoy en todo el mundo. Más allá de los juegos tradicionales; en el deporte de competición (el cual no trataremos esta vez) Francia ha jugado un papel fundamental tanto en los juegos olímpicos modernos como en diversas celebraciones del más alto nivel; Campeona del Mundial de fútbol 2 veces y organizadora de torneos universalmente conocidos como el RoLand Garros de Tenis o, en el ámbito del ciclismo, el tour de Francia.

Tal ha sido la popularidad y extensión de este juego que en muchos lugares, incluido España, se piensa en él como un pasatiempo propio. Lo podemos encontrar, de hecho,  en los juegos tradicionales de Murcia o en los andaluces, cada uno con las particularidades de cada región. Lo cierto es que es un juego tradicional europeo que hunde sus raíces en la provenza francesa: su versión actual data de principios de siglo XX pero hay estudios que sitúan su origen mucho tiempo atrás. Por otro lado, ya en la Antigua Roma se jugaba a una primitiva modalidad con piedras circulares, y se cree que fueron  precisamente comerciantes marinos y miembros del ejército romano los que exportaron esta costumbre al sur de Francia. Desde entonces su práctica se extendió en el país galo y llega hasta nuestros días, donde casi en cada pueblo se pueden ver o jugar una partida de petanca (petánque en francés). Etimológicamente petanca viene del antiguo idioma provenzal que significa “pies juntos”, en alusión a la posición de lanzamiento.

La pista de juego es un rectángulo de en torno a 16 x 5 metros con una superficie de tierra plana y de textura arenosa. Los jugadores mantendrán los dos pies juntos en una determinada zona de lanzamiento; el objetivo final será acercar las bolas metálicas de 75 milímetros lo más posible a una bola de menor diámetro llamada boliche (anteriormente lanzada por otro de los participantes). Este boliche suele estar compuesto de madera natural o sintética y medirá aproximadamente 30 milímetros de diámetro. 

Primeros pasos de la partida: un jugador lanza el boliche a una distancia mínima de 1 metro desde la zona de lanzamiento. Acto seguido un jugador efectuará 3 lanzamientos si la partida es individual o a dobles, o 2 si la partida es a triples (dos grupos de 3). Existen varias modalidades de lanzamiento que conviene tener en cuenta: 

• De aproximación: el jugador lanza la bola con la intención de que ocupe el mismo lugar que otra bola lanzada anteriormente.
• De apoyo: el jugador lanza la bola con la intención de acercarse lo máximo posible al boliche o bien alejar del mismo la bola del oponente.

Las bolas situadas más próximas al boliche son las que puntúan, y las partidas, como norma estándar, suelen concluirse cuando uno de los jugadores o uno de los equipos llegan a los 13 puntos. 

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Junto a la petanca, otro de los juegos tradicionales más seguidos en el sur de Francia, se encuentran los bolos, a los que denominan quilles. 

Aunque se sospecha que el primitivo juego de los bolos nace en el antiguo Egipto, las primeras noticias que tenemos de lo que hoy conocemos como bolos franceses son en el siglo XIV. Tras una serie de prohibiciones y censuras de varios reyes y gobernantes, y debido a su intacta popularidad a través del tiempo, es en el siglo XVIII cuando este pasatiempo alcanza sus mayores cotas de fama entre la población. En algunas regiones como Armagnac o Gascogne se practicó especialmente. A partir de 1972  empezaron a surgir las distintas federaciones que regulan este juego en Francia. 

Existen dos tipos modalidades fundamentales, Quilles de 9 biert y Quilles de six au maillet. 

Quilles de 9 bier o bolos de 9: las partidas se juegan sobre terreno plano y con nueve quilles o bolos distribuidos en 3 filas en forma de cuadrado. Estos bolos miden aproximadamente 50 centímetros, normalmente de madera. Por otro lado tenemos la bola que lanzamos, también de madera (suele ser de haya) y con un diámetro de en torno los 30 cm. La mecánica es la siguiente: antes del lanzamiento uno de los equipos tendrá que proponer una figura de las 12 que hay definidas en el juego. Para ganar, participantes tendrán que realizar dicha figura y derribar un bolo más que su oponente. Las partidas, en esta modalidad, se juegan siempre por equipos de entre 3 a 4 jugadores cada uno. 

Quilles de six au maillet o bolos de 6: esta variante se puede jugar individualmente o por equipos de 3 jugadores cada uno. En este caso el jugador lanzará el denominado maillet (una pieza cilíndrica más pequeña que el bolo) de 30 centímetros de longitud en dirección a la zona donde se sitúan 6 quilles o bolos de entre 50 y 55 centímetros de largo (tradicionalmente, hechos de madera de boj). Los bolos estarán colocados en dos hileras de 3 con una separación algo superior a los 20 centímetros. El objetivo de este lanzamiento será derribar 5 de los 6 bolos; en dicho caso el jugador se llevará un punto. Si los 6 bolos caen, ningún punto será anotado. La zona de lanzamiento está ubicada a 8 metros del grupo de bolos y el juego lo gana el jugador o equipo que llega primero a los 12 puntos. 

Es importante recalcar que los lanzamientos han de hacerse sin impulso y siempre dentro de la zona delimitada para ello. Esta zona tendrá unos 50 cm y el jugador no podrá sobrepasarla. Más allá de la zona de lanzamiento está el lugar donde se sitúan los quilles o bolos, llamada pitè, a unos 10 metros del jugador. 

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Algunos estudios apuntan a que la baraja francesa proviene de la alemana (otros apuntan, sin embargo, a la influencia española y a la baraja del Tarot) y que fue en el siglo XV cuando empezó a tomar la forma que conocemos hoy día: 4 palos divididos en tréboles, picas, diamantes y corazones.

Una de las diferencias con respecto a la versión alemana es la aparición de la Dama o Reina en lugar del Rey, evolución que algunos historiadores explican por la importancia que tuvieron en Francia ciertos personajes femeninos precisamente en torno al siglo XV. Otra de las peculiaridades de la baraja francesa es que  las distintas figuras de los reyes, damas o valets fueron representados por personajes reales, según su relevancia en cada momento de la Historia del país. 

La baraja francesa es de una importancia capital si hablamos de los juegos de azar y del repertorio actual de los juegos de casino. La razón es que se cree que la baraja inglesa, versión regularizada en todos los casinos, proviene de la francesa. Tanto en número total de cartas (52) como en número y simbología de los diferentes 4 palos.

Chemin de Fer

Se trata de un juego de cartas francés que admite hasta 12 participantes. La finalidad de la partida será sumar 9 puntos con una mano de hasta 3 cartas. Si las cartas descubiertas suman una cantidad de más de 1 dígito, el primero de ellos no se tendrá en cuenta; es decir, si sale 12 sólo contará el 2. Por tanto las cartas pueden llegar a sumar entre 0 y 9. Otra regla de oro del Chemin de Fer es que el as cuenta como 1 y, como consecuencia lógica de lo anteriormente explicado, las cartas que normalmente valen 10 aquí contarán 0. El valor de las cartas restantes se corresponde con su número. Por otro lado hay que resaltar el hecho de que en esta modalidad los jugadores competirán y apostarán entre sí en lugar de contra la casa. 

La Bataille

Un juego de cartas muy popular y sencillo, apto para todas las edades. Los jugadores recibirán las cartas que son repartidas con la única mediación del azar. Una vez que todos los jugadores tienen las suyas, las cartas se descubren y el que tiene la de más valor gana. Así de simple, divertido y rápido. Si más de 1 jugador tiene la carta más alta, estos dos deberán repetir turno para resolver el empate y decantar el resultado.

Vingt-et-un

Precursor francés del tan popular blackjack, rey ineludible de los salones de juego. Se cree que fue en el siglo XVIII cuando se extendió este juego por toda Francia, cuyo origen algunos ubican en ciertos juegos de cartas españoles. El sencillo mecanismo del juego es el siguiente: los jugadores, en competición con el croupier, han de sacar la mayor suma posible sin sobrepasar los 21. La jugada ideal sería, en todo caso, conseguir un 21 mediante la combinación exacta de figuras, ases y números. 

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