EL DISEÑO DE LOS CASINOS, ¿CASUAL O INTENCIONADO?
Entras en cualquier casino y te encuentras inmediatamente envuelto en una marabunta de centelleantes máquinas de azar, mesas de blackjack, jugadores gritando en las mesas de dados y una legión de crupieres en vivo, responsables de sala y camareros… Esa sensación, ¿Te hace asusta y confunde? o bien ¿Te incita a echar mano a la cartera para empezar a jugar?
La forma en que se diseñan los interiores de los casinos se ha convertido en sujeto de análisis y las teorías clásicas acerca de la distribución de elementos y espacios está en entredicho. Las normas de diseño de los casinos están en constante evolución y están enfocadas a conseguir una experiencia positiva de sus clientes para que apuesten más dinero y se diviertan mucho más.
DIFERENTES JUGADORES, UN SOLO CASINO
Los casinos no se diseñan para un único cliente. Debe cubrir las necesidades de miles de visitantes cada día, desde personas que jamás han apostado un céntimo en una máquina de azar hasta clientes habituales que dedican horas apostando a diario.
Por lo tanto, a la hora de diseñar un nuevo casino, los diseñadores se enfrentan al reto de crear un espacio que atraiga y retenga a todos los segmentos posibles y que se adapte a sus diferentes necesidades.
Por ejemplo, un casino puede tener identificados tres segmentos diferentes entre su clientela: Los high rollers (clientes habituales con alto poder adquisitivo), a los que no les interesan las máquinas de azar ni cualquier otra distracción, los jugadores esporádicos que deciden entrar un día a conocer el casino y que buscan la diversión de las slots, y los clientes del hotel, que pasan por delante de la puerta del casino cada vez que entran y salen de sus habitaciones.
El casino debe esforzarse en ofrecer una solución a cada uno de estos segmentos si no quiere captar su atención.
Se tiene en cuenta todo tipo de variables, incluyendo la línea de visión que se tiene desde los taburetes de las máquinas de azar, los espacios en los que se tiende a aglomerar la clientela, el sonido de ambiente e –incluso- el ambientador que se utiliza. Cualquier detalle, por pequeño que sea, cuenta.
Por poner un ejemplo, existen estudios que demuestran que las mujeres se sienten más a gusto al apostar en espacios en los que no hay demasiado público. Una de las teorías sugiere que el ser observada mientras juegas les hace sentir incómodas. Los diseñadores dibujan las rutas prototipo de cada uno de los diferentes tipos de clientela del casino. Así pues, los high rollers se dirigen directamente a las mesas de poker o las de ruleta con apuestas altas, mientras que los clientes del hotel buscan el camino más corto hacia sus habitaciones.
A partir de esa premisa, definen los diferentes caminos dentro de la sala para conseguir la máxima atención de cada tipo de cliente. Los clientes que se alojan en el hotel encuentran diferentes tipos de juego en su camino para que conozcan la oferta completa a la que pueden acceder, mientras que los clientes esporádicos se encuentran en primer lugar las luminosas máquinas de azar nada más entrar. A partir de ahí, entra en juego un nuevo reto… ¿Cómo conseguir que los clientes se adentren en el casino y se alejen de la salida?
DEL LABERINTO A LA SALA DE JUEGOS
Durante las décadas de los 90 y 2000, en que Las Vegas empezó a albergar casinos con capacidad para miles de clientes, los diseñadores adoptaron de manera unánime una teoría denominada “diseño del laberinto”.
La idea principal consistía en que la prioridad era que el cliente entrara en el casino de la manera más fácil y rápida posible y –una vez dentro- dificultarle al máximo su salida. El diseño del laberinto se aplicó a la mayoría de nuevos casinos y pasó a formar parte de cultura pop de Las Vegas. Este tipo de diseños explica la ausencia de relojes y ventanas al exterior en los casinos para, supuestamente, mantener al cliente sin ningún tipo de referencia horaria.
La aplicación del laberinto era mucho más evidente en el diseño de la sala, con las máquinas de azar distribuidas no en línea recta como en los años 60, sino formando caminos curvados. De esta manera, los clientes que accedían por el camino de las máquinas de azar tenían una mayor dificultad en ubicarse para encontrar la salida y apostaban unos dólares extra antes de salir. La clave del diseño laberíntico se basaba en esconder las salidas al máximo, colocar señales muy poco visibles indicando el camino y ofrecer varias opciones de mesas y juegos visibles desde cualquier posición en la ruta de salida.
2010 y la apertura de nuevos macro-casinos como el Bellagio y el Wynn, significaron una revisión del concepto de laberinto. Los diseñadores aplicaron con éxito una serie de medidas totalmente desconocidas hasta el momento: Los techos aumentaron su altura de manera considerable y las máquinas y mesas se empezaron a agrupar en pequeños segmentos, dejando mucho más espacio libre entre ellas. Al entrar en un nuevo casino, el jugador ya no se encontraba de cara con las máquinas de azar; Su lugar estaba ocupado ahora por estatuas y luz natural mostrando caminos rectos hacia las mesas de juego.
Este nuevo concepto se ha acuñado como “Sala de juego” y la idea principal gira en torno a transformar los casinos de un lugar desordenado y caótico a una especie de palacio en que los jugadores se sientan cómodos y emocionados, rodeados de opulencia y lujo en todas direcciones. Por decirlo de alguna manera, la visita a un casino se parece ahora a la visita a un spa, el tipo de lugar en el que no te importa gastar dinero incluso si las expectativas de ganar están en tu contra.
El diseño tipo sala de juego ha demostrado ser extraordinariamente efectivo a la hora de conseguir que los jugadores apuesten su dinero, y los diseñadores han aprendido algunos conceptos en el camino. Cuanto más relajado se encuentre un jugador, más feliz será a la hora de ganar y más comprensivo a la hora de perder… El resultado: apuestan mucho más.
DISEÑO DE LA MÁQUINAS DE AZAR
Este es sin duda, el aspecto más crucial de los casinos actuales. En la década de los años 70, el 40% de los ingresos provenía de las máquinas de azar. En la actualidad, la cifra se ha elevado hasta el 71% y los nuevos jugadores, acostumbrados a los ordenadores, tablets y teléfonos móviles prefieren máquinas electrónicas antes que las tradicionales mesas de juego, aunque la expectativa de victoria sea mucho menor. En la mayoría de casinos, por cada mesa de juego existen 10 máquinas de azar. Lee más sobre la ventaja de los diferentes juegos de casino.
El éxito de las máquinas de azar se debe en parte a la incorporación de pantallas táctiles, lo que ha permitido a los diseñadores de juego añadir nuevas y atractivas funcionalidades. Hoy ya no es necesario disponer de 300 máquinas idénticas, sino que lo habitual es ofrecer nueve o diez unidades de docenas de diferentes modelos de máquinas de azar. De esta manera, se crea una necesidad añadida al cliente de probar diferentes juegos de casino. La psicología es muy sencilla; si no ganas con un modelo en concreto, te cambias y pruebas suerte en otro…
La mayor variedad de modelos ha permitido a los diseñadores eliminar las largas filas de los antiguos casinos y ofrecer las máquinas en pequeños grupos con mucho más espacio entre ellas. Con este nuevo diseño, el jugador tiene contacto visual con el resto de modelos del casino, lo que le ofrece una mayor variedad y la posibilidad de gastar más dinero. Otro efecto de esta nueva agrupación es que los jugadores socializan mucho más, como si estuvieran sentados en una mesa de juego.
Los grupos de amigos – especialmente los más jóvenes- pueden ocupar una sección entera de máquinas y jugar en grupo, lo que hace que la experiencia sea mucho más divertida.
DISEÑO DE LAS MESAS DE JUEGO
En este apartado, los diseñadores no tienen tanta libertad. Las mesas de juego se distribuyen según el método tradicional, agrupadas en el centro de la sala, para mejorar el acceso de crupieres y jefes de sala. Este tipo de juegos no suele interesar al cliente ocasional, mientras que los clientes habituales conocen su ubicación, por lo que su emplazamiento no es crítico en términos de diseño y optimización.
La agrupación de las mesas, sin embargo, también tiene sus ventajas. Las mesas de blackjack son especialmente ruidosas, sobre todo cuando alguien está en una racha positiva (lee aquí las reglas de etiqueta del blackjack), lo que genera un ambiente muy festivo. Al ubicar estos juegos en el centro de la sala, esa energía positiva se expande a lo largo y ancho del casino, atrayendo a nuevos jugadores.
Además, la experiencia del juego es muy contagiosa. Cuanto mayor sea el número de jugadores en una mesa, mayor será el número de clientes que quiera unirse a ella. Las mesas vacías no son nada atractivas, en cambio, las llenas sí que lo son.
La próxima vez que entres en un casino, tómate un momento para observar su distribución y piensa el porqué de cada uno de sus elementos… ¡Y apuesta una ficha roja por nosotros!
MAXIMIZAR LAS GANANCIAS EN LAS MÁQUINAS DE AZAR
¿Existe una ubicación “ideal” para jugar a las máquinas de azar dentro de un casino? Según las leyendas urbanas, las que se encuentran más próximas a la entrada y a la salida, ofrecen premios más a menudo… Sin embargo, el sentido común indica que éstas están distribuidas de manera aleatoria en toda la sala. No existe una manera de saberlo, por lo que te recomendamos que juegues en aquellas en las que te sientas más cómodo o en las que tengas la barra del bar más cerca.
Las máquinas de azar tienen una tabla de pagos inferior a los juegos de mesa, pero tienen una ventaja al ofrecer grandes botes acumulados a cambio de unas apuestas mínimas muy bajas. A pesar de ello, no te dejes deslumbrar por las cifras de los botes acumulados. Cuanto mayor sea el bote, menos posibilidades tienes de ganarlo. En las máquinas con apuestas bajas encontrarás mayores posibilidades de ganar.
Todos sabemos que jugando varias líneas a la vez, incrementamos las ganancias potenciales, pero también agotan tu presupuesto más rápidamente. Apostar a diez líneas en una máquina con apuestas de un céntimo equivale a apostar una línea en una máquina con apuestas de diez céntimos. Busca aquellas máquinas que no penalicen por jugar a una única línea. Podrás ganar una parte del bote acumulado y tu dinero durará mucho más.
